Casa Blanco

Imagina un jardín privado que huele a romero, lavanda y jara. La Sierra de Guadarrama inundando tus ojos. Imagina ver, oír y oler la sierra desde la cama, o desde cualquier punto de la casa gracias a los juegos de alturas.

Imagina desayunar al aire libre junto a tu jardín privado, o cenar bajo las estrellas. Imagina el silencio y la tranquilidad, la luz tamizada, el tacto del algodón y los colores suaves al despertarte por la mañana. Imagina la privacidad. Imagina la felicidad.

Solo tú, la montaña y el sol.

Accede a tu refugio por un jardín con aroma a romero y a jara. Escóndete debajo de un roble… solo tú, la montaña y el sol.

Desde tu cama ves la montaña, siempre la montaña. El maravilloso paisaje lleno de colores desde la barandilla hacia el valle y el azul del cielo de España. Y esa luz dorada que lo inunda todo, colores suaves y tejidos naturales que te recuerdan dónde estás.

La esquina del mundo donde quieres perderte.

Sube a la terraza, todo el valle está a tus pies. O metete en el salón, bajo el techo de doble altura y deja que la luz y el calor de la chimenea te acaricie mientras te duermes arrullado por el sonido del chisporroteo de la leña.

No abras la puerta, para el reloj. Ven.